CUATRO DESCUBRIDORES Y UN CONEJO ( PARA LOS QUE LEEN BIEN )
$ 55 MXN
Agregar a lista de deseos
Autor: SAEZ GABRIEL
Editorial: FONDO DE CULTURA ECONOMICA
Tema: Literatura Infantil y Juvenil
Subtema: Literatura Infantil Y Juvenil
Año de Publicación: 2001
Páginas: 72
Formato: 15.00 x 19.00 x 0.5
ISBN: 9789681663186
Reseña:
Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. VPara descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas. Para descubrir algo sorprendente, a veces es necesario realizar viajes asombrosos y afrontar grandes peligros. Pero otras veces se puede descubrir aprendiendo a mirar lo que tenemos ahí, justo frente a la nariz. Algo de eso le pasa a los curiosos personajes que habitan las cuatro historias de estas páginas.